Se suele decir "no le busques tres pies al gato" a alguien que insiste en justificar lo injustificable, como si fuera muy difícil o imposible, cuando en realidad los gatos tienen 4 patas, por lo que es fácil encontrarle 3. Al parecer el dicho original hablaba de cinco y no de tres pies, cosa más lógica.
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Viladrau, Girona.