En realidad se llama Forn d’en Bosc porque está frente a las ruinas del Molí d’en Bosc. Se trata de un antiguo horno de piedra del siglo XVIII en el que se cocía la piedra de cuarzo. Una vez cocida se molía la piedra el polvo resultante de añadía al barniz que se daba a las ollas y las cazuelas de barro.
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Breda, Girona.