La clara arena del Parque Natural de las Dunas de Corralejo no es de silicio como suele ser habitual sino que está formada por diminutos pedazos de conchas y caparazones de moluscos. Pisarla es como pisar harina, te hundes hasta el tobillo, y no quema por más horas que lleve al sol. Pero ir andando por estas dunas desde el hotel hasta la Playa del Dormidero es extenuante.
Foto hecha con el móvil.
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Parque Natural de las Dunas de Corralejo – Fuerteventura, Las Palmas.