El hipocausto es un sistema de calefacción de un edificio, que produce y hace circular aire caliente por debajo del suelo, pudiendo calentar las paredes con una serie de tuberías por las que pasa ese mismo aire caliente. Este aire también puede calentar los pisos superiores. Para calentar el edificio, en función de la superficie y la riqueza de sus propietarios, podía haber uno o más hornos (praefurnia) donde los gases calientes producidos en la combustión se llevaban por canalizaciones situadas bajo el suelo de las dependencias a calentar. El suelo que debía tener un espesor suficiente para que se pudiese caminar sobre él sin quemarse, se sustentaba sobre pilas, generalmente de ladrillos (pilae).
Fue utilizado sobre todo en las termas del Imperio romano. Los vestigios arqueológicos más antiguos se han hallado en las Termas Stabianas de Pompeya de finales del siglo II a. C. y en los baños griegos de Olimpia fechados en el siglo I a. C. En los siglos siguientes se perfeccionó el sistema con su utilización en el caldarium (sala caliente) de las termas y también en las villae y casas urbanas particulares más ricas.
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Sofía, Bulgaria.