Un icono, que significa literalmente «imagen», es una obra de arte religioso del cristianismo oriental en el que se representa a Jesús, María, los santos, los ángeles, eventos bíblicos, etc. El icono se emplea en la oración. Durante la oración, el creyente ora en la presencia del icono, pero no le ora al icono. Es venerado (se lo respeta, pero no se lo adora) por los cristianos ortodoxos.
La tradición de la pintura de iconos se desarrolló notablemente en el Imperio bizantino, principalmente en la ciudad de Constantinopla. Posteriormente se expandió a otras regiones influidas por la Iglesia ortodoxa, tales como Bulgaria, Grecia, la Rus de Kiev, Rumania, etc.
—
Sofía, Bulgaria.