En 1959 hay un robo al Banco Nacional Rumano (el único banco del país por aquel entonces). Atrapan a los ladrones (oficialmente un grupo armado de seis judíos rumanos) que resultan ser cargos del partido y allegados, como el cuñado del ministro del interior. El politburó decide politizar el acontecimiento e inicia una campaña de propaganda cuyo eje central es una película con la narración de los hechos. Los protagonistas de la película son, ni más ni menos, los protagonistas del robo, los ladrones auténticos. Éstos han sido convencidos con la promesa de un mejor trato a cambio de la colaboración. Sin embargo, al finalizar el rodaje son fusilados. Un mes más tarde, la reconstrucción de la película fue difundida y se convirtió en una sensación en todo el país.
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Bucarest, Rumanía.