Uz redzēšanos, Jelgava

Uz redzēšanos, Jelgava

Desde la isla del palacio, Jelgava se despliega como un mapa de recuerdos. El Driksas bāka monta guardia en su promontorio nevado, último centinela antes de que las aguas se encuentren con el Lielupe. El Mītavas tilts extiende sus 152 metros de ingeniería moderna, conectando mundos mientras sus cables cortan el cielo como líneas de una partitura inconclusa.

Al fondo, la torre de la iglesia de la Santísima Trinidad vigila la ciudad como lo ha hecho durante siglos, testigo de duques y revoluciones, de imperios que llegaron y se fueron. Las casas se apiñan junto al agua como si buscaran calor, sus tejados cubiertos de nieve como páginas en blanco esperando nuevas historias.

Jelgava, la antigua Mītava, el lugar del encuentro y la mezcla, ha cumplido su promesa una vez más. En estos días de invierno báltico, cuando el río duerme bajo el hielo y los árboles del amor guardan sus secretos dorados, la ciudad ha mostrado su rostro más íntimo: una belleza que no necesita multitudes para brillar.

Uz redzēšanos, Jelgava, hasta que nos volvamos a ver.

(Título y texto de Claude AI)

Foto hecha con el móvil.

Jelgava, Letonia.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *



Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. Pincha el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies