La lluvia va disolviendo la Montaña de Sal de Cardona, pero ésta no acaba de deshacerse del todo porque sigue creciendo desde abajo. Realmente se trata de un diapiro, una intrusión de naturaleza salina que las fuerzas tectónicas hacen emerger a través de las rocas. Como si se tratara de un iceberg, sólo vemos los