Había una creencia, quizás de la época de los íberos, que decía que las almas de los niños protegían a los que vivían sobre sus tumbas. Por eso el Pla dels Albats está lleno de tumbas de niños.
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Parc d’Olèrdola, Barcelona.
[EXIF]
Había una creencia, quizás de la época de los íberos, que decía que las almas de los niños protegían a los que vivían sobre sus tumbas. Por eso el Pla dels Albats está lleno de tumbas de niños.
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Parc d’Olèrdola, Barcelona.
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