En mi mano


Los colibrís agradecen que acerques la mano a los comederos. Así pueden dejar de batir las alas mientras comen. Aquí un colibrí brillante coroniverde (Heliodoxa jacula) posado en mi mano mientras con la otra le hago esta foto con el móvil. Es una sensación curiosa el sentir su poco peso sobre la mano. — Santa

Recinto de alta seguridad


Podría ser un cuartel, o una prisión. Fuertes medidas de seguridad para proteger una granja de caracoles. — Prades, Tarragona.

Competencia


Varios ejemplares de colibrí brillante coroniverde (Heliodoxa jacula) se disputan este comedero, con avispas y abejas también esperando turno. — Santa Elena – Monteverde, Costa Rica.

Este agujero es mío


Un colibrí esmeralda capirotado (Elvira cupreiceps) disputándose la dulce sopa con una avispa. — Santa Elena – Monteverde, Costa Rica.

La ciudad


Llena de casas abandonadas. — El Perelló, Tarragona.

Un respiro


Un colibrí montañés gorgimorado (Lampornis calolaemus) del que no tengo claro el sexo, aunque todo apunta a que puede ser un macho joven. Descansa sobre el soporte de uno de los comederos. Debe ser muy cansado estar batiendo las alas como hacen ellos. — Santa Elena – Monteverde, Costa Rica.



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