O surfeando el hinojo. La manera en que este Graphosoma lineatum estaba agarrado a esa hoja sobre un capítulo de flores de hinojo me sugería a un surfista esperando la ola deseada. — Prades, Tarragona.

O surfeando el hinojo. La manera en que este Graphosoma lineatum estaba agarrado a esa hoja sobre un capítulo de flores de hinojo me sugería a un surfista esperando la ola deseada. — Prades, Tarragona.
El colibrí esmeralda capirotada (Elvira cupreiceps) es endémico de Costa Rica. Aquí un macho posando tranquilamente en una rama. — Santa Elena – Monteverde, Costa Rica.
Las rocas del fondo de la cala del Llosar de Cavaller. — El Perelló, Tarragona.
Hay que tirar de prismáticos o de teleobjetivo para poder ver la silueta de la iglesia de Sant Pere Ad Vincula de Mont-ral desde la Roca dels Corbs. — Prades, Tarragona.
Un colibrí brillante coroniverde (Heliodoxa jacula) sacándome la lengua. Esta especie se encuentra desde Costa Rica hasta el occidente de Ecuador. — Santa Elena – Monteverde, Costa Rica.
El Llosar y la Masia de Cavaller. — El Perelló, Tarragona.
Capafonts y el Valle del Brugent. El verano del 2019 estuve por allí abajo, y desde allí miraba yo hacia l’Abellera. — Prades, Tarragona.
Una de mis mejores experiencias ha sido entrar en el jardín de colibríes de Selvatura Park. Tenerlos revoloteando a tu alrededor, oyendo el zumbido de sus alas y sintiendo el aire en la cara cuando te pasan rozando a toda velocidad. Y también ha sido un reto poder fotografiarlos decentemente. Aquí un colibrí colirrayado (Eupherusa
Suerte de la barandilla de madera. — El Perelló, Tarragona.
Las vistas a los pies de la Roca dels Corbs en el Camí natural de les Muntanyes de Prades. Abajo a la derecha Capafonts, detrás suyo el Valle del Brugent, y arriba a la izquierda Mont-ral. La Mussara queda por detrás. — Prades, Tarragona.