Con lo que me gustan los higos chumbos, lo que abundan en los caminos y campos y lo que me cuesta encontrarlos en las tiendas cuando es la temporada. Pero es que no son fáciles de recolectar. Porque aunque aparentemente no parecen tener espinas, en las areolas tienen unas muy cortas y finas de aspecto velloso que no se ven, pero que se notan cuando se te clavan, y se quedan adheridas a la piel hasta que no consigues sacártelas.
—
Vila-rodona, Tarragona