En los acantilados de Ajuy abundan las ardillas morunas, que no pierden ocasión para acercarse a los turistas a pedirles comida, cosa que está terminantemente prohibida. Es más, recominedan no tocarlas porque en ocasiones se muestran violentas y una mordedura suya puede tener graves consecuencias.
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Ajuy – Fuerteventura, Las Palmas.