El barrio de Boyana, en las afueras de Sofía y en la falta del monte Vitosha, es uno de los más caros y exclusivos de la capital de Bulgaria. En él se encuentra una iglesia ortodoxa medieval del siglo X, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979. La iglesia es célebre por sus frescos, realizados en 1259 sobre otros más antiguos. Representan uno de los ejemplos más completos y mejor conservados del arte medieval de Europa Oriental. En total, son ochenta y nueve escenas con doscientas cuarenta figuras humanas.
La iglesia cerró al público en 1954 para proceder a su conservación y restauración. Reabrió parcialmente en 2006. Como medida de prevención, se instaló un equipo de aire acondicionado para mantener la temperatura entre 17 y 18 grados centígrados. En el interior sólo se admite un máximo de 8 personas durante 10 minutos.
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Sofia, Bulgaria.