Cuando el mes de marzo se aproxima, los búlgaros cuelgan pulseras rojas y blancas en los árboles. Estas pulseras reciben el nombre de martenitsa y están hechas de lana.
La tradición dicta que la Martenitsa siempre se da como regalo, no se compra por uno mismo. Se dan a los seres queridos, a los amigos y a aquellas personas a las que uno se siente cercano. A partir del primero de marzo, se llevan una o más fijadas a la ropa, alrededor de la muñeca o del cuello, hasta que el portador ve una cigüeña o una golondrina que vuelve de la migración, o un árbol florido, y después elimina la Martenitsa.
Más información de esta costumbre en www.elmundoconella.com/bulgaria/curiosidades-por-que-los-… y ca.wikipedia.org/wiki/Martenitsa.
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Plovdiv, Bulgaria.