La majestuosa Catedral de la Inmaculada Virgen María en Jelgava, un impresionante ejemplo de la arquitectura neogótica que se alza en el corazón de Jelgava. Aunque su construcción se completó en 1925, esta catedral tiene una presencia imponente con sus altas bóvedas y sus líneas que apuntan al cielo.
El estilo neogótico es evidente en cada detalle, desde sus arcos ojivales hasta lo que seguramente son sus coloridos vitrales, que filtran la luz creando una atmósfera de serenidad en su interior. Como sede de la Diócesis de Jelgava, esta catedral no solo es un importante centro espiritual para la comunidad católica local, sino también un hito arquitectónico que contribuye a la belleza del paisaje urbano.
A pesar de haber sufrido daños durante la Segunda Guerra Mundial, fue reconstruida con esmero, permitiendo que su legado de fe y su belleza perduren hasta nuestros días.
(Fuente: Gemini)
Foto hecha con el móvil.
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Jelgava, Letonia.