Forzando la vista


Llevando el teleobjetivo hasta sus límites, conseguimos acercar Ripoll desde nuestra atalaya en el castell de Pena. Lo que desde el Pla de Pena era solo una mancha urbana difusa, ahora se revela con todo su detalle: el casco antiguo con sus calles estrechas, las plazas, y sobre todo, la inconfundible torre del Monestir de



Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. Pincha el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies