Una nueva ciudad


Llegamos a una nueva ciudad en un nuevo país. Foto hecha con el móvil. — Riga, Letonia.

Santa Catalina


El Monasterio de Santa Catalina, conocido como Dominiiklaste klooster en estonio, es uno de los edificios más antiguos de Tallin y tiene una rica historia que se remonta al siglo XIII1. Fundado por los dominicos, el monasterio estaba estratégicamente ubicado entre las calles Vene y Müürivahe para facilitar tanto la predicación como las actividades comerciales

Rincón con encanto


La calle de Santa Catalina, conocida como Katariina käik en estonio, es uno de los lugares más pintorescos y con mayor encanto medieval en el casco histórico de Tallin. Este pasaje conecta la calle Vene con la calle Müürivahe y se encuentra detrás de lo que solía ser la Iglesia de Santa Catalina. El pasaje

Otro restaurante


El centro histórico de Tallin está plagado de restaurantes, y sobre todo la calle Vene. En este rincón empieza (o acaba) la Katariina käik o calle de Santa Catalina, quizás la más pintoresca y fotogénica del centro histórico. Nada más entrar en ella encontramos otro restaurante. Foto hecha con el móvil. — Tallinn, Estonia.

Otro viaje que se acaba


Y dejamos Rumanía y volamos de vuelta a casa haciendo una breve escala en Belgrado. — Cerca de Belgrado, Serbia.

Cervecería con principios


La cervecería Nenea Iancu abrió sus puertas en 2013 en la calle Covaci nº 3 del antiguo centro histórico de Bucarest. Este restaurante con una carta específicamente rumana se distingue evidentemente no sólo por su nota distintiva, única y original de entreguerras, sino también por su variado surtido de las mejores cervezas nacionales e internacionales.

Apuntalado


No sé si estaban rehabilitando esta fachada o es que amenazaba derrumbe. Foto hecha con el móvil. — Bucarest, Rumanía.

Montmartre


Ni idea de qué estarían rodando aquí, pero la ambientación estaba muy lograda. Hasta sustituyeron todos los bancos de la calle por estos antiguos. Foto hecha con el móvil. — Bucarest, Rumanía.

Atormentados


Los retorcidos troncos y ramas de los pinos de la desembocadura del río Foix. Foto hecha con el móvil. — Cubelles, Barcelona



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