Un poco más arriba


El sendero se desdibuja entre el caos pétreo, pero una discreta marca roja en la roca nos confirma que vamos por buen camino. ‘Un poco más arriba’, parece decirnos esa señal pintada, como si fuera la voz de algún montañero experimentado que nos anima a continuar cuando las piernas empiezan a pesar y el terreno

Rayos


Siguiendo las marcas rojas por los dominios del antiguo Castell de Pena, el sendero se vuelve más agreste y pedregoso. Entre las rocas calcárias que emergen del suelo como huesos de la montaña, un viejo pino negro muestra las cicatrices de algún rayo que lo visitó en una noche de tormenta. El tronco partido, con

Por la senda roja


Tras dejar atrás los carteles y advertencias del Pla de Pena, el bosque nos acoge en su silencio otoñal siguiendo las discretas marcas rojas que aparecen pintadas en los troncos. Este sendero serpenteante, apenas una cicatriz en la hierba alta, se convierte en nuestro único hilo conductor hacia el Puig de Sant Amand. Los hayas

Advertencias


En el silencio del Pla de Pena, mientras buscamos las trazas del antiguo sendero hacia la cima de Sant Amand y los vestigios del legendario Castell de Pena, nos topamos con esta constelación de avisos que nos devuelve bruscamente al presente. Los carteles de coto de caza se multiplican entre los árboles como centinelas de

A vista de pájaro


Desde las alturas del Pla de Pena, Ripoll se extiende a nuestros pies como un tapiz urbano encajado en el fondo del valle. La población se despliega principalmente en sus barrios más modernos y periféricos, que desde esta distancia forman un mosaico de tejados rojizos y ocres repartidos entre el verde de los huertos y

Pintant el camí que et porta a casa


Desde el mirador natural del Pla de Pena, la vista se extiende hacia Ripoll y las onduladas montañas del Ripollès como un mapa desplegado de verdes infinitos. Pero hoy la mirada se detiene en este pequeño bote de pintura que descansa sobre la roca, silencioso testimonio de una labor que trasciende el simple acto de

El Pla de Pena


Después del esfuerzo sostenido entre rocas y senderos escalonados, el Pla de Pena se abre como una recompensa inesperada en la Serra de Sant Amand. La verticalidad del bosque da paso a esta planicie serena donde los pinos centenarios se dispersan con generosidad, creando un espacio para respirar hondo y contemplar la amplitud ganada con

La Vall d’Ogassa


Y ahora mirando hacia el otro lado, hacia Ogassa. Abajo queda el Refugi Forestal de Sant Jordi y el camino recorrido desde Sant Martí d’Ogassa hasta aquí. — Ribes de Freser, Girona.

Punto de unión


Justo en el Coll de Jou a 1.637 metros sobre el nivel del mar. Jou significa "unión", y aquí se unen en Puig de Sant Amand, a la izquierda de la foto, con el Taga, a la derecha. Este punto también marca el límite entre el municipio de Ogassa (hacia atrás) y el de Ribes

Coll de Jou


Ahora sí, por fin llegué a él, al Coll de Jou. Y delante el Sant Amand, con su hayedo con los colores del otoño, — Ogassa, Girona.



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