Pere Marginet era un monje del monasterio de Poblet del siglo XIV. Llegó a ser hombre de confianza del abad Vicent Ferrer, pero el siguiente abad, Jaume Carbó, lo acusó de mala administración y lo encerró. Consiguió huir y durante dos años mantuvo una vida errante y despreocupada con dos mujeres, una de ellas una
