No todo sucede en la cima. Los márgenes también cuentan historias, tal vez más íntimas, más susurradas. Este sendero lateral, protegido por la sombra de los árboles, parece reservado para quienes buscan un diálogo más privado con lo sagrado. Aquí las cruces cuelgan de las ramas como ornamentos de un bosque encantado, transformando cada árbol
